Jojoba
Jojoba, el oro del desierto
El jojoba es un arbusto denso y tupido que se encuentra en regiones áridas y semiáridas. Puede alcanzar una altura de hasta 5 metros. Es una planta con raíz pivotante; esta raíz principal asegura la fijación y el almacenamiento de las reservas de la planta. El sistema de raíces del jojoba ayuda a estabilizar el suelo y le proporciona resistencia en condiciones de sequía extrema, hasta el punto de que puede resistir un año y medio sin recibir agua. Las hojas son de forma ovalada, coriáceas y peludas en ambas caras. Las hojas jóvenes son de un verde suave o gris, luego se vuelven de color amarillo verdoso.
Producción del aceite de jojoba
En una prensa de tornillo sin fin, los frutos limpios y sanos se prensan en frío, sin la intervención de solventes ni productos químicos. Luego, el aceite se filtra sucesivamente en papel secante. Posteriormente, se almacena el aceite en un lugar protegido de la luz y el calor.
Propiedades del aceite de jojoba
El jojoba es de gran interés porque el aceite extraído de sus frutos contiene más del 40% de sustancias insaponificables. Es reequilibrante y es ideal para pieles mixtas a grasas, ya que regula el sebo de manera efectiva. Debido a su excelente compatibilidad con la piel, el aceite de jojoba se puede usar como aceite de baño o aceite de masaje. También es un potente antioxidante que proporciona suavidad y flexibilidad a la piel. Es único en el reino vegetal porque es una cera líquida. Su composición le permite fortalecer la película hidrolipídica después de varias aplicaciones. Por lo tanto, se utiliza ampliamente por sus propiedades emolientes.